Angel Blanco Reyna
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De acuerdo con (Nonaka et al., 2000), el conocimiento es un activo creado y mantenido de forma colaborativa a través de la interacción entre los colaboradores y su entorno organizacional más
que generado de manera individual. Para expresar esta idea, los autores se refieren al “ba ” entendiéndose este, no solo como un lugar físico, sino que este conlleva un espacio y tiempo determinados, siendo este un contexto dentro del cual participan individuos dentro y fuera de la empresa, donde este contexto sea organizacional o social, se convierte en un elemento imprescindible para la creación del conocimiento. Se puede resumir que los elementos mínimos necesarios que se requieren para generar conocimiento son; tiempo, espacio y socialización.
Tomando las ideas de Alavi y Leidner (2001), las cuales proponen una diferenciación del conocimiento, diseñando sistemas de gestión que sean capaces de discernir y administra cualquier tipo de conocimiento. La clasificación que proponen es la siguiente: a) tácito: definido como el conocimiento que se encuentra dentro de las acciones, experiencias; b) tácito cognitivo; modelos y mapas mentales; c) tácito técnico: aplicable a un trabajo específico; d) explícito: conocimiento generalizado y transmitido hacia los demás; e) individual: inherente al individuo; f) social: inherente al grupo; g) declarativo: know- about (saber sobre); h) de procedimiento: know-how (saber cómo); i) causal: know-why (saber porque); j) condicional: know-when (saber cuándo); k) relacional: know-withhom (saber con quién); l) pragmático: utilidad del conocimiento por medio de la práctica.
II. Tecnologías e innovaciones dentro de la gestión del conocimiento .
Por otra parte, la OCDE (2001) menciona que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC´s) son el ejemplo de cómo la tecnología se puede utilizar en las empresas para alcanzar y fomentar la creación del concomimiento. Las (TIC´s) han presentado un conjunto de impactos económicos importantes, los cuales han contribuido al crecimiento económico de varios países y han logrado aportar nuevos elementos de competencia en los niveles operacionales, administrativos y gerenciales.
Muchas de las tecnologías que soportan y facilitan la gestión del conocimiento están presentes desde hace tiempo, si consideramos autores como Tyndale (2002), el cual distingue entre