Gestión del conocimiento: Patrimonio y recurso indispensable para lograr la agilidad corporativa

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Liderar a los miembros de tu equipo, sin dictar ni controlar.

• Desarrollar entornos de colaboración.

• Adoptar la cultura de las ideas.

• Recompensar a los miembros del equipo.

Conclusiones

El mundo está cambiando más rápido que nunca. Las empresas han cambiado la forma de genera y trasmitir conocimiento, de una manera más profunda, versátil y con impacto positivo. Las expectativas de los clientes siguen evolucionando, por lo que buscan nuevos productos y servicios, lo que obliga a las organizaciones a cambiar sus procesos internos, esperando mayor participación de sus empleados, los cuales requieren capacitaciones contantes que les permitan crecer y desarrollarse tanto dentro como fuera de la empresa.

Es aquí donde entra la coexistencia del modelo de gestión del conocimiento con el principio de agilidad corporativa, los cuales se consideran herramientas clave para las organizaciones, ambos elementos deben ser implementados bajo una estrategia que posibilite, el direccionamiento correcto para su entendimiento y poder hacer frente a la realidad que se vive dentro del entorno económico actual. Las organizaciones están obligadas a evolucionar, por lo que los cambios deben de ser rápidos y eficientes como alternativa para una mejor forma de entender lo que se actualmente se hace y redirigir el rumbo a donde se quiere llegar. De esta manera, en el marco de la globalización y ante una sociedad del conocimiento, la educación y la capacitación continua forman parte del capital intelectual como un valor intangible pero que será evidenciado en los resultados que se logren. Si el conocimiento dinamiza el mundo, por ende, moverá a la organización y esto generará una ventaja competitiva, por lo tanto, la gestión del conocimiento con la ayuda al principio de agilidad corporativa son las mejores formas de generar productiva y de generar una estrategia que utilice la práctica explícita e implícita en la vida de la organización. Tal práctica, se logrará si la organización, en su proceso de entendimiento, comprende que es necesario formalizarla mediante procesos sistemáticos y agiles en otras palabras, lograr que la gestión del conocimiento sea parte de la cultura organizacional, esto genera como consecuencia una mentalidad y enfoque innovador en cada una de las áreas que conforman del capital intelectual.