Acercamiento teórico a la Transición Energética en México Francisco Javier Quezada González; Armando Medina Jiménez;

Miguel Ángel Vega Campos

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de dióxido de carbono (CO2) como la quema de leña por ser un recurso accesible y barato. Por otro lado, si bien existen regiones del país con infraestructura para el consumo de gas en casa-habitación, el incremento de su costo desincentiva su consumo en aquellos poblados con precaria capacidad económica.

Conclusiones

Como consecuencia de la crisis mundial, los países como USA, China, Rusia y los países europeos han incrementado su consumo de carbón a la par que invierten de manera acelerada en infraestructura para la utilización de tecnologías limpias. Sin embargo, a pesar de esto último, el cumplimiento de los compromisos para la reducción del consumo de combustibles fósiles por parte de los países desarrollados se torna difícil de lograr.

Con base en lo anteriormente expuesto se puede observar claramente que México cuenta con una legislación e instituciones que impulsan la transición energética de combustibles fósiles a energías limpias como son la Ley de Energía del 2012, la Ley de Transición Energética, Ley General de Cambio Climático e instituciones como La Secretaría de Energía, a la vez que el país ha ratificado y ampliado los compromisos adquiridos en la cumbre de los Acuerdos de París (COP21).

Las metas de participación de generación de energías limpias del 2014 al 2018 no se han cumplido, sin embargo, con excepción del año 2019, los años subsecuentes se han venido aproximando a los objetivos planteados. Esta tendencia permite estimar que la meta para el 2024 este muy próxima a alcanzarse.

Por otra parte, se observa que la dependencia en el consumo de combustibles fósiles en México en la generación eléctrica ha ido decrementándose en favor de las tecnologías limpias de una forma paulatina pero constante. Es importante destacar el crecimiento importante de la capacidad instalada de generación de energía fotovoltaica, seguida de la eólica, evidenciando el avance de las políticas que buscan alcanzar los objetivos establecidos rumbo a la transición energética.

Para la presente administración es clave y estratégico regresarle al Estado la administración de la generación eléctrica y de la explotación del petróleo y gas, ya que estos dos últimos seguirán jugando un papel preponderante en el progreso del país por varias décadas más. Al mismo tiempo, será