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Nau Yuumak
Avances de investigación en Organizaciones y Gestión
ISSN: 2954-4653
Número 5 Volumen 3
Marzo 2024
Compromiso de continuidad o también llamada como dimensión calculativa: es el grado en que un individuo percibe que debe permanecer en su organización, por lo que es muy viable encontrar una tendencia consistente de los empleados respecto a inversiones en tiempo y esfuerzo que se perderían en caso de dejar la organización, o sea de los costos financieros, físicos y psicológicos en los cuáles infiriera retirarse, como a su vez de la incertidumbre psicológica que genera el encontrar otro empleo, en otras palabras, se podría decir, que existe un beneficio asociado con continuar participando en la organización y un costo asociado a irse (Meyer y Allen, 1991).
El compromiso organizacional se fundamenta en la teoría del vínculo afectivo se manifiesta a través de la identificación con los objetivos y valores de la organización, el esfuerzo por alcanzar las metas propuestas y el deseo y satisfacción de formar parte de la entidad. Paralelamente, la dimensión de continuidad, basada en la "teoría del intercambio social", se desprende de la noción de que el compromiso organizacional representa la contribución del empleado en relación con los beneficios que recibe de la organización. En cuanto a la dimensión normativa, esta surge desde la perspectiva de la atribución y se presenta como una obligación moral, resultante del compromiso voluntario, explícito e irrevocable que el empleado establece con la organización (Aldana et al. 2018).
Este trabajo adopta como referencia el modelo que se muestra en la Figura 1, que contempla el compromiso organizacional en sus tres dimensiones: afectivo, de continuidad y normativo en relación con los factores sociodemográficos: edad, estado civil, nivel de estudios concluido, antigüedad en la empresa y área del puesto.